Ejercitar el oído – audioperceptiva
En la enseñanza de la música, igual que en la práctica, ejercitar el oído no suele tener el espacio que realmente merece. Muchas veces pensamos que es una cualidad que viene con nosotros de nacimiento o no.
Es cierto que algunas personas cuentan con esta sensibilidad especial, pudiendo reconocer las notas con solo escucharlas, inclusive antes de saber su nombre (oído absoluto).
El resto de los mortales tenemos la necesidad de entrenar el oído desde el punto de vista comparativo, es decir que a partir de una nota dada podremos reconocer la siguiente (oído relativo), aprendiendo de esta manera la relación de intervalos (3ª mayor, 5ª justa, etc.).
Así como un pintor elige los colores, teniendo ya en mente cómo es cada uno, nosotros tendríamos que identificar cada una de las notas de la escala que estamos utilizando para ir creando las frases.
Generalmente nuestros solos los construimos a través de una serie de notas que reconocemos por una digitación que hemos aprendido de memoria o basándonos en información teórica.
Esto es tan habitual que ni solemos cuestionarlo.
¿Cuántas notas podrías tocar si solo te limitaras a elegir aquellas que sabes cómo sonarán?
Imagínate que el pintor que mencionamos antes eligiera los colores con los ojos cerrados a partir de la teoría de los colores que ha aprendido sin previsualizar el efecto que dicho color tendrá en el objeto a pintar o en su relación con el resto del cuadro y sus demás elementos como un todo.
Aquí te dejo un par de ejercicios como para empezar a ejercitar el oído, reconociendo primero las notas en forma individual y luego los intervalos, más adelante vendrán los acordes, las escalas, etc.
Ejercitar el oído: Las notas
Culturalmente la escala mayor es algo que se nos ha impregnado desde la cuna, la relación de sus 7 notas y las diferentes tensiones que generan con la tónica como mayor estado de reposo es algo ya natural en nosotros.
Tomaremos como base canciones simples y populares, ya que con ellas hemos fijado una cantidad de sensaciones que ahora “bautizaremos” con el nombre de los grados de la escala.
En otras palabras la mayoría de los grados de la escala ya los conocemos, aunque no los hemos pensado como tales, lo que antes era “chin pum”, ahora lo llamaremos V-I.
Ejercicio La tónica
- Busca una canción que hayas escuchado durante toda tu vida, una canción simple con pocas notas y de larga duración, por ejemplo “Cumpleaños felíz”.
- Elije una nota al azar en tu instrumento y tómate un tiempo para reconocerla como la primera nota de esa melodía. Cántala a partir de esa nota.
- Ve sacando de oído el resto de la melodía en tu instrumento y tócala varias veces.
- Identifica cuál de las notas que has tocado es la tónica. En las canciones simples suele ser la última, aunque seguramente estará presente varias veces a lo largo de la canción. Tómate un tiempo para identificar la sensación que te provoca esa tónica.
- A partir de ella ubica la escala mayor y tócala. Notarás que a pesar de que la tónica aparece varias veces en la melodía en algunos casos la sensación de reposo está más presente que en otros, la notarás sobre todo cuando hayas tocado el tema varias veces y tu oído ya haya establecido el centro tonal.
Ejercitar el oído: Intervalos
Otro aspecto fundamental en el entrenamiento auditivo es el reconocimiento de intervalos (la distancia en tonos y semitonos entre dos notas) más allá del centro tonal, lo que nos ayudará en el futuro al reconocimiento de acordes y sus tensiones y sus diferentes movimientos en una progresión.
Existen hoy infinidad de programas para computadoras, móviles, etc. que son muy útiles para entrenar el oído en este y en otros aspectos, un clásico es “Ear Master” del que existe una versión gratuita.
Un método muy eficaz para familiarizarnos con la sonoridad de cada intervalo, es su identificación a partir de las primeras notas de canciones muy conocidas. Como hemos hecho antes, el ejercicio consistirá en “rebautizar” estos sonidos que ya conocemos con el nombre de su intervalo correspondiente.
A continuación dejo una guía de referencia para cada intervalo, con temas populares y standars de Jazz.
Obviamente podrás reemplazar estos ejemplos con otras canciones que sean más familiares para ti.
Como recomiendo en “diario de prácticas” es muy útil combinar estos ejercicios con los de rítmica o escalas que veremos en los próximos capítulos.
Por ejemplo una semana céntrate en las novenas y practica los ejercicios de ritmo haciendo hincapié en esa nota (comenzando o resolviendo las frases en ella, escogiéndola como nota fuerte) en relación al acorde sobre el que estás tocando en cada momento.
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