10 claves para componer música.

1- Diferenciar el trabajo

Componer no es lo mismo que estudiar o ensayar, la metodología es y debe ser diferente. No es una cuestión de insistir e insistir, cuando las ideas no aparecen hay que buscar la manera de soltarlas.

2- Buscar el lugar de inspiración

No siempre estar machacando la guitarra (o el instrumento que toques) genera ideas musicales. A veces la técnica te conduce por caminos monótonos de los que no es fácil salir. Tendrás que buscar entonces los lugares o las formas o el momento del día donde te notes más suelto y creativo. Dando un paseo, en la ducha, tocando otro instrumento que no sea el tuyo (a mi me ayuda mucho el piano), etc. Ten siempre a mano el móvil para grabar algunas ideas que te aparezcan repentinamente, aunque sea cantándolas.

3- No esperar a las musas

A pesar de lo que he dicho en los puntos anteriores, no es lo mismo la inspiración que el trabajo, a veces una idea mediocre se transforma en un buen tema luego de desarrollarla, o simplemente la buena idea aparece mientras estás trabajando. Es muy conocida la frase de Picasso “Cuando llegue la inspiración que me encuentre trabajando”. Claro está que si esa idea aparece y ya te has ido al bar, no podrás hacer mucho.

4- No esperar grandes ideas

Un ejemplo claro de trabajo contra ideas pobres podría ser la 5ª de Beethoven. Escúchala cuando puedas y mira todo lo que hizo el tipo con pa, pa, pa, pam”. Eso es un gran desarrollo de una idea muy simple.

5- No buscar grandes obras

Definitivamente “hay que ponerse a ello y acabarlo” si al final el resultado no es lo que pretendemos, lo guardamos en un cajón y empezamos de nuevo. Cualquier músico ha compuesto cien veces más obras de las que ha publicado. No esperes hacer un temazo el primer día.

6- Evitar el juicio

Uno de los mayores obstáculos con el que nos vamos a encontrar somos nosotros mismos, o una parte de nosotros. Un tipo que nos habla al oído y que permanentemente juzga toda idea que aparece con las siguientes frases:
“Es muy simple”, “es muy cursi”, “no es rock” (o lo que sea), “qué opinará X cuando lo escuche”, etc.
Mete a ese desgraciado en el armario y no lo dejes salir hasta que hayas acabado.

7- Lo que compones no es lo que escuchas

Seguramente estás acostumbrado a escuchar grandes músicos que son tus referentes y tu mayor anhelo es componer como ellos. Lógico. Pero aquí empieza un largo camino que es empezar a reconocernos, diferenciar qué somos nosotros y qué nos diferencia de nuestros referentes, Y por supuesto, a partir de ahí, aceptarnos, para brillar con nuestra propia luz. Si lo tuyo son las rancheras, adelante, y Jimmy Hendrix que se aguante.

8- Por dónde empezar

La metodología de la composición es muy variada, no podemos decir que hay un solo camino o que alguno sea mejor que otro. Algunos comienzan por la letra y luego le ponen música, otros por una progresión de acordes que les suena potente y luego le buscan una melodía, etc. Investiga cuál es el camino que a ti te permite empezar.

9- Copiar es bueno

Seguramente a lo largo de todo el proceso te encontrarás trabado en algún momento. Has tenido una buena idea y no sabes como seguir, o si sigues adelante tienes miedo de arruinarla. Ponte entonces a escuchar cosas similares a lo que estás haciendo y observa como ha resuelto el compositor las ideas melódicas o armónicas, cómo ha conectado una parte con otra, cómo ha acabado el tema o cómo ha desarrollado una intro que nos prepare el tema, etc.

10- Composición, arreglos y producción

La música de hoy en día cuenta claramente con estos tres elementos que son los que hacen que un tema termine sonando impresionante. No tienes que controlarlos todos. Cuenta con otras personas que puedan colaborar en la realización: los demás músicos de la banda, amigos que tengan un estudio de grabación (aunque sea modesto) y te puedan ayudar en el tema técnico, etc.

En resumen, ponte a ello y no des más vueltas.

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