estudiar improvisación 2

Estudiar improvisación 2

Estudiar improvisación 2 continúa del post anterior

TapaImproEste post es parte de mi ebook: El Camino de la Improvisación disponible en amazon, iTunes y Googleplay

Cuando comencé a escribir este libro pensé organizarlo como un método guiado de improvisación, igual que hice en ARMONÍA MODERNA PASO A PASO. Luego comprendí que cada músico tiene una formación diferente y que es imposible establecer un punto de partida común para todos. Habrá quienes estén más avanzados en la técnica y menos en las escalas o en el entrenamiento del oído, etc.

Tomando en cuenta esta situación he dividido este libro en cinco capítulos, en donde nos plantearemos diferentes objetivos en cada uno de ellos:

La Forma: Entender los movimientos armónicos de una progresión, determinar sus partes, reconocer los momentos de reposo y tensión y trabajar el concepto de “pregunta y respuesta”.

La Rítmica: Enriquecer el fraseo rítmico, potenciando los recursos con los que contamos hasta el momento.

El Oído: Reconocer las tensiones que generan las diferentes notas de una escala y sus acordes para poder elegirlas de acuerdo a su sonoridad particular.

Las notas: Comprender la función de las escalas y sus notas en relación con el acorde del momento.

Las Cadencias: Desarrollar las frases ya no solo en relación al acorde del momento, sino teniendo en cuenta hacia donde nos dirigimos. Cómo creamos las tensiones y cómo las resolvemos.

El Solo: Aspectos a tener en cuenta para desarrollar un solo sobre todo el tema, combinando todos los recursos para crear un “relato” con sentido.

En cada uno de estos capítulos encontraremos la información en forma ordenada por grado de complejidad.

Los primeros capítulos están pensados para que puedas desarrollar muchos aspectos de la improvisación valiéndote de algunas pocas herramientas, que seguro ya conoces, profundizando en varios aspectos que te aportarán una mayor riqueza en el desarrollo de las frases.

En los últimos capítulos es donde comienzan a aparecer ciertas escalas y otros conceptos que requerirán mayor dominio del ámbito armónico para comprender el origen y la aplicación de estas herramientas.

¿Qué escalas utilizamos?

Es una costumbre habitual creer que el primer paso en la improvisación es aprender una gran cantidad de escalas. Si bien en este libro aparecen ejemplos en una gran variedad de ellas, la idea es comenzar a trabajar otros conceptos fundamentales, como la rítmica y el oído para luego ir incorporando escalas más complejas.[newsletter_lock]

En primer término será suficiente conocer unas pocas escalas: mayor y menor y sus pentatónicas, para luego incorporar las modales.

En el caso de los dominantes hay una gran cantidad de escalas Mixolidias que podremos utilizar, sobre todo en los dominantes no diatónicos (secundarios o sustitutos), en este caso recomiendo comenzar con dos escalas que nos permitirán aborar cualquier cadencia de este tipo: la escala Alterada y la Simétrica Disminuída. Ver Mixolidias

El diario de prácticas

Para un desarrollo equilibrado de los distintos aspectos que persigue cada capítulo será necesario hacer una sincera autoevaluación que determine cuáles son los puntos que tienes más o menos trabajados con la finalidad de equipararlos y así poder avanzar de forma regular.

El estudio y la práctica de la improvisación requiere un trabajo regular y ordenado, para lo que será de gran utilidad crear un diario de práctica que cubra todas las áreas a trabajar.

Este diario habrá que diagramarlo de acuerdo a tu disponibilidad real de tiempo por día, semana o mes, evitando plantearte demasiados objetivos que te terminen agobiando.

Será preferible trabajar sobre unos pocos conceptos a la vez, observando qué es lo que te atrae y te alimenta el deseo de entrar en contacto con tu instrumento.

Por ejemplo podrías dividir el trabajo por semanas, combinando un tema en particular de cada capítulo:

diario

Esto es solo un ejemplo al azar, en cada caso será necesario echar un vistazo general al libro y hacer un resumen de los puntos que quieres trabajar en cada capítulo y organizar tu propio diario de prácticas.

Vuelvo a mencionar lo indispensable de “digerir” cada tema antes de abordar el siguiente, evitando prestar atención a todo los recursos que te faltan por ver.

El objetivo es poder improvisar con lo que sabemos hoy.

Para la práctica de los ejercicios tendremos que tener en cuenta ciertos puntos importantes.

Marcar el tempo

Es muy común que estemos marcando el tempo con el pié mientras tocamos, el problema de esto es que a veces llevamos nuestro propio tempo que no coincide con el de los demás.

Lo ideal es llegar a no hacer ninguna marcación y compartir un tempo único con todos los músicos.

Backing tracks

El uso de backing tracks (bases musicales de varios instrumentos) es una herramienta indispensable para practicar improvisación, entrenando el tempo y el oído y probando nuevas ideas de solos. Hay dos formatos sobre los que trabajar, los programas informáticos o las grabaciones hechas por músicos reales. La diferencia entre uno y otro será:

Programas: Uno de los programas más populares es el “ Band in a Box”, su utilización tiene la ventaja de que podremos colocar la secuencia de acordes que querramos o un fragmento de la que estamos practicando, aumentar el tempo gradualmente de acuerdo a nuestros progresos, cambiar la tonalidad, agregar o quitar instrumentos. En este sentido es una herramienta muy útil para estudiar en forma detallada y paulatina cada uno de los recursos que vayamos viendo.

La desventaja es que es poco humano en la ejecución y eso puede ser “contagioso”.

Grabaciones: Las colecciones de grabaciones hechas por músicos reales nos brindará una simulación comparable a una jam session, pero no podremos manipular las diferentes variantes que mencionamos anteriormente y tampoco habrá comunicación entre nuestro solo y los acompañantes.

Una de las colecciones más conocidas en el ámbito del jazz es la de Jammey Aebersold, formada por más de 100 cds y sus correspondientes partes impresas.

Por lo tanto es bueno valerse de ambos métodos, uno para estudiar y otro para tocar.

Memorizar o leer

Es muy común ver a algunos músicos leer la progresión de acordes mientras improvisan. En mi opinión no es algo recomendable pues se tiende a aplicar ciertos cliches sobre las cadencias y los solos terminan siendo puzzles.

Si reconocemos la estructura armónica tanto teórica como auditivamente será mucho más fácil recordarla y nos encontraremos más libres para desarrollar buenas ideas melódicas y rítmicas.

¿Qué escuchar?

Uno de los recursos más efectivos para guiarnos en la progresión de acordes es escuchar la línea del bajo, reconociendo en ella las fundamentales de los acordes (que casi siempre están) así como los momentos de reposo y tensión, distinguiendo luego las especies de los acordes y su función

Relajación = velocidad

Ya sea un ejercicio o un tema de cualquier estilo, lo tocaremos a una velocidad que nos permita escucharlo con continuidad, que encontremos música en lo que suena, aunque en principio sea muy lentamente.

Esto nos permitirá que tanto las manos como el resto del cuerpo estén relajados. Trataremos de prestar atención a las tensiones que se localizan en cualquier parte del cuerpo y soltarlas. Es conveniente que la velocidad sea una consecuencia de la relajación, la buena técnica y la calidad de sonido del instrumento, en lugar de un fin en si misma.

Los conceptos uno a uno

Como ya mencionamos será importante trabajar a fondo cada uno de los conceptos y ejercicios planteados en este libro y no apresurarnos a abarcarlos todos.

Explotar las posibilidades de cada punto y desarrollar los ejercicios variando el tempo, el estilo, la tonalidad, etc. antes de avanzar a un nuevo concepto. Hay grandes músicos que con pocos recursos hacen excelentes solos.

lanificaremos lo que vamos a estudiar, pero no estudiaremos para cumplir el plan, nuestra tarea es desarrollar los temas de manera creativa, no rendirnos cuentas a nosotros mismos.

Autoevaluación

Grabarnos cuando estamos tocando nos dará un segunda visión sobre nuestros solos. La primera es la que tenemos mientras tocamos, ambas suelen diferir bastante.

Acompañar

Practicar el acompañamiento nos ayudará a entender las cadencias y las partes del tema, lo que nos facilitará luego la improvisación sobre ellas.

La caja de herramientas

En la medida que vayamos avanzando en este libro, dispondremos de diferentes herramientas para construir frases sobre acordes o progresiones de acordes; escalas y arpegios, sus combinaciones, etc.

La selección y uso de estas herramientas, ya sea por gusto, facilidad e incluso por decisiones inconscientes, es lo que irá definiendo nuestro propio estilo.

Si bien sería ideal aprenderlas y controlarlas todas, esta selección será la identidad de cada músico, por lo que no será necesario, ni recomendable, obligarnos a aplicar conceptos que no terminen de “sonarnos bien”.

Planificar los solos

Desde la improvisación total y absoluta hasta la escritura de un solo nota a nota para garantizar su efectividad, hay muchos pasos intermedios.

La planificación de un solo puede consistir en definir cuántas vueltas va a tener, qué escalas voy a utilizar en cada acorde o cadencia, en que registro del instrumento voy a tocar en las distintas partes, etc.

Son pautas que podemos ir probando en diferentes circunstancias, un día puedes hacerlo más metódicamente y otros con mayor espontaneidad.

Todas las situaciones son útiles para la práctica.

Solo solo

Si sobre los backing tracks vamos quitando instrumentos de a poco hasta dejar solamente la batería o incluso el metrónomo y más tarde absolutamente nada, llegaremos a una situación igual a la que ocurre cuando los otros músicos se van del escenario y dejan que el solista se despache a sus anchas. Esta es una situación de máxima libertad y también complicada, porque las únicas reglas que hay son las que nosotros mismos nos pondremos.

El primer paso será mantener las pautas originales en cuanto a tempo y armonía, comprobando si nuestras frases van reflejando los cambios armónicos y si somos capases de mantener el tempo. Es decir que quien nos escucha nos pueda “seguir”.

Luego podremos permitirnos mayores libertades creando variaciones que se vayan alejando más o menos de la estructura, no habrá límites para esto, salvo el de mantener un discurso coherente.

Licks

El uso de licks es algo que da buen resultado en un principio, impresionando tanto al público como a nosotros mismos, pero hay que saber aprovecharlos.

Si leemos un libro de aforismos y los incorporamos en nuestras conversaciones podremos causar una buena impresión, pero para quien nos escuche más de una vez terminaremos siendo ridículos.

Para evitar que los licks suenen a discurso ajeno, lo mejor es analizarlos, entendiendo su estructura, los recursos que están utilizando y así poder transformarlos y desarrollarlos, creando con ellos nuestro propio lenguaje y estilo.

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